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miércoles, 27 de enero de 2016

Deportes extremos: La búsqueda de suelos y techos

Igual que hay temporada de setas o de bocartes, en los mercados tenemos nuestras propias épocas, en las que los buscadores de suelos o techos se multiplican, alicantando hasta el techo las páginas salmón, los fotos, blogs, portales y hasta las conversaciones de ascensor. Llevamos meses inmersos en una de esas épocas, rodeados de zahoríes en busca de un suelo que se ha demorado.
Por si no fuera suficientemente duro para el inversor llevar más de medio año de disgustos con el Ibex, que ha bajado más de un 25% desde los máximos de abril, hay personas dispuestas a multiplicar su dolor por haber comprado contra la tendencia. No nos sorprendamos, el masoquismo existe en todas las artes. Pero si queremos ganar dinero con la bolsa, o al menos no perderlo, deberíamos huir de estos instintos, tan destructivos para nuestras cuentas.
¿Por qué es tan negativo? Empecemos por algo que todo el mundo entenderá: Buscar suelos (o techos) supone, en primer lugar, ir contra tendencia. El buscador es primo-hermano del ludópata, porque decide alejarse de la probabilidad para guiarse por instintos, presentimientos y esperanzas, en busca de sensaciones fuertes y adrenalina que le mantenga pegado a la pantalla del ordenador.
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El precio es el mejor ejemplo de tendencia bajista extrema y extremo dolor para los que han buscado el suelo en los últimos 2 años.

Por desgracia, lo que estas personas hacen es comprar papeletas (muchas, muchísimas) para perder dinero. Están apostando contra el precio y contra la probabilidad, que como es bien sabido, es la madre y santa patrona de los traders.
¿Qué hacemos entonces? ¿Dejamos de operar durante meses y nos olvidamos del mercado? No hay que ser tan radicales: la clave, como siempre, está en la paciencia para esperar las oportunidades que ofrezcan equilibrio entre riesgo y beneficio. Que tardarán más o menos, pero siempre llegan.
Cuándo ir contratendencia
Las cosas claras: ir contra el precio nunca es recomendable,pero sí que existen zonas donde las probabilidades de que se produzca una reacción en sentido contrario se incrementan, ya sea un rebote en un valor bajista, o una consolidación del precio en uno alcista. ¿Cómo aprovecharlas?
  • 1. En primer lugar, el precio debe estar aproximándose a una zona de posible parada: antiguos suelos o techos, canales, zonas de congestión o niveles fibos,... Cada maestrillo debe tener su librillo, es decir, un sistema que le alerte de que el precio se acerca a una zona de interés, donde quizá y solo quizá se pueda sacar algún beneficio. Por supuesto, esas zonas aparecen del análisis gráfico y estudio del histórico, incluyendo backtesting y un cálculo de las probabilidades de éxito.
  • 2. Una vez tenemos identificada la oportunidad, necesitamos confirmar el giro de alguna manera: algún indicador, una divergencia, una figura de vuelta. De nuevo, esa confirmación debe tener como base el estudio previo y el backtesting, es decir, el sistema.
  • 3. Si se dan las dos condiciones anteriores, solo quedará buscar el mejor momento para entrar al mercado: la ruptura del precio de una zona de control, nuevos máximos crecientes o mínimos decrecientes, doble suelo o doble techo confirmados, ...a gusto del consumidor, y, por supuesto, en base a lo que tengamos predefinido en el sistema. Soy muy pesado, lo sé.
Una vez dentro del mercado, hay que tener siempre presente lo que buscamos:"pescar" un beneficio generalmente rápido, antes de la que tendencia principal vuelva a imponerse. Las vueltas en V son muy bonitas, pero por desgracia escasas e impredecibles, así que es más necesario que nunca gestionar correctamente la posición. ¿Cómo? Haciendo caja total o parcialmente, ajustando el stop profit, o cortando las pérdidas rápidamente. No dejes que una entrada buscando un rebote se convierta en la típica inversión a largo plazo.
Para terminar, un consejo adicional a tener en cuenta antes de operar: Siempre, siempre, siempre, hay que esperar a que el precio se haya estabilizado un poco. Nada de intentar cazar el movimiento en plena aceleración, o nos montaremos en una ola sin control que nos llevará lejos de la costa. Nos tocará volver nadando y en pelotas. 
El rebote del Ibex
Ahora que tenemos estas herramientas para practicar este deporte, vamos a enfrentarnos con la realidad. ¿Qué hacemos con el Ibex? Sin duda ha cumplido al menos las dos primeras condiciones marcadas, deteniendo la bajada en una antigua zona de congestión que ya sirvió de soporte en el pasado (aunque no sea demasiado sólida), y parece haberse girado, con una ruptura en la bajista del RSI en gráficos diarios que a mi particularmente me gusta. Solo queda definir cuál será el momento de entrada. ¿Esperamos hasta superar los máximos del viernes (8.800) o consideramos que ya hay que entrar después de cerrar el hueco generado durante la sesión de hoy? 
En cualquier caso, teniendo siempre presente que la pérdida de los diez mil puntos hizo de nuestro índice un lugar frío y desolado, no apto para posiciones largas. Así que si vuestro sistema os está marcando la oportunidad de entrar para cazar un rebote, recordad que es solo eso, un rebote. Situad el stop bajo los mínimos de hoy, o los de la semana pasada (según vuestro horizonte temporal y perfil de riesgo) y tened presente que el camino hacia el norte está plagado de minas en forma de resistencia: los 8.800, los 9.000, o los 0.380 son solo alguno puntos en los que recoger al menos parte de los posibles beneficios. Los rebotes son peligrosos y traicioneros, pero para el cazador de suelos, no hay deporte más adictivo. 
Ahora que estamos

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