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viernes, 25 de enero de 2008

Mercados

¿Cuánto y cómo afectará a los españoles el parón económico?


Hora: 13:56 Fuente : Invertia
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usuario_conectado RAMÓN ARAGONÉS
Invertia.com

El miedo es libre y por eso los ciudadanos de a pie en cuanto ven en los telediarios que las bolsas se desploman y que el vicepresidente Solbes tuerce el gesto al hablar de las economías en 2008 y 2009 se echan a temblar. Inconscientemente, muchos comienzan a hacer cálculos para saber cuanta hipoteca les queda y si podrán pagarla con normalidad a partir de ahora.

En el mundo político y empresarial surge la preocupación de qué empresas se podrán ver más salpicadas por la crisis y si se producirán despidos masivos. Y es que una vez más la fase más cruda de la burbuja financiera y bursátil ha cogido por sorpresa a EE UU y Europa. Como gusta decir Alan Greenspan “el ser humano nunca ha sabido como enfrentarse a las burbujas, porque es muy difícil actuar cuando se está dentro de ella”.

Pero ¿realmente cuánto y cómo le afectará al ciudadano de a pie la crisis?. Lo que los mercados están descontando con sus drásticos movimientos a la baja y al alza de estos días es una recesión económica en toda regla, es decir, un fuerte recorte de la actividad económica en el país en los próximos trimestres en EE UU y por contagio en Europa y España. En nuestro país todos los agentes económicos y dirigentes han admitido que asistimos a una desaceleración del PIB pero pocos se atreven a adelantar si nuestra economía sufrirá con dureza los avatares del estallido de la burbuja inmobiliaria y de la falta de productividad y de competitividad en el exterior.

Muchos hacen hincapié en que la fase actual en nuestro país se parece más a la desaceleración ocurrida en 2002 que a la fuerte crisis económica que sacudió al país en 1992 tras los fastos de la Expo y los Juegos Olímpicos de Barcelona.

El azote del paro

Sea cual sea el calado de ese ajuste en nuestra piel de toro los primeros afectados serán los beneficios de las empresas, que comenzarán un paulatino descenso en los próximos ejercicios trimestrales. Ello desencadenará un recorte de gastos en las compañías, que repercutirá inmediatamente en el empleo, que es la primera partida a la que recurren las corporaciones cuando están con el agua al cuello. Algunas consultoras de recursos humanos aseguran que ya comienza a notarse un parón en las contrataciones de las empresas, con especial incidencia en la clase directiva. Y los vaticinios para el sector de la construcción y las agencias inmobiliarias no son nada halagüeños ya que se cree que entre 2008 y 2009 el parón de la vivienda podría acarrear cerca de 400.000 despidos y el cierre masivo de inmobiliarias. A su vez, este apretón de cinturón conllevará una congelación de salarios en muchas corporaciones cuando se negocien los convenios.

El ejemplo más dramático de los efectos de una crisis severa, como la que algunos vaticinan que se aproxima, tuvo lugar en 1929, cuando el hundimiento de la industria y la ruina financiera llevaron aparejada 30 millones de despidos, de los cuales 12 millones eran americanos y 6 alemanes. Si nos fijamos en crisis más cercanas a nuestro país como la de 1992, dicho bache supuso la destrucción de más de un millón de empleados y el aumento de la tasa de paro por encima del 20%.

Algunas casas de análisis advierten que en un país donde las pymes y la empresa familiar copan una buena parte del tejido empresarial, la mera percepción de vacas flacas originará una fuerte contracción en la inversión y en los costes de ese nicho empresarial, lo que acaba afectando a las empresas de servicios y consultoría, especialmente a las de sectores como el tecnológico, marketing, servicios generales y transportes, muy dependientes de la inversión de los grandes conglomerados. Además, con esa situación, el mercado de la publicidad se resentirá fuertemente, ya que suele ser el mejor termómetro de las recesiones. También se extenderá a colectivo de autónomos y pequeñas empresas, que no podrán resistir los embates de la nueva situación y cerrarán sus puertas.

Dificultad para conseguir hipotecas y otros créditos

Asimismo, si la economía sigue cada vez más frágil cada será más difícil conseguir dinero y fondos tanto para comprar la casa, el coche o montar un negocio ya que los bancos mirarán con lupa el riesgo que contraen y la solidez de los activos que respaldan el crédito para evitar la morosidad. Aún tomando precauciones, todo apunta que la morosidad se disparará y los bancos verán como subir los impagos.

Para saber si su puesto corre peligro no tiene más que mirar el sector en el que opera. Si está relacionado con la banca, aseguradoras, empresas de consumo como masivo como el comercio o de servicios como las compañías aéreas, el taxi o la consultoría sabe que tiene muchas probabilidades de vivir más de lleno la recesión Y es que el consumo sufrirá un serio revés por el miedo de los ciudadanos a no poder llegar a fin de mes.

El ahorro de los españoles también se verá impactado si se recrudece fuertemente la recesión en España, ya que las bolsas y los fondos perderá gran parte de la revalorización de los últimos años, con el correspondiente empobrecimiento de las familias españoles, ya de por sí castigadas por escándalos como el de Afinsa y Forum Filatélico o por el desplome de grandes inmobiliarias como Astroc o Colonial.

Cifras que dan miedo

Además de la destrucción de más de un millón de empleos, en la mente de los españoles aún queda el adverso recuerdo de las dentelladas del bajón económico de crisis anteriores como la de 1992. Algunos datos ilustran el calado de aquel negro periodo. Por ejemplo, el déficit público estaba en el 4% del PIB mientras que ahora tenemos un superávit del 2%.

Igualmente, el PIB crecía cuando comenzó la crisis de 1992 el 0,7% aunque al año siguiente descendió el 2%. El IPC se encontraba en torno al 6% frente al 4,2% actual y los tipos de interés rondaban aquel año el 15 y 17%.

Claro que, como señalan algunos analistas, al menos entonces el Banco de España podía controlar los tipos de interés en función de la marcha económica del país, responsabilidad que ahora corresponde al Banco Central Europeo, que responde más a las necesidades de Alemania y Francia. Además, otro factor en contra actual es que en aquel entonces el barril de petroleo rondaba los 20-30 dólares y ahora se encuentra en la barrera de los 100 dólares.

La merma en renta variable para pequeños accionistas

En el ámbito de la renta variable, las fuertes pérdidas ocasionadas por la bolsa en el crash bursátil de la primera mitad de la semana golpeó duramente el ahorro de los españoles. Así, según los datos de Bolsa de Madrid, las familias españoles han perdido alrededor de 11.000 millones de euros en tres días de crash bursátil, aunque la sangría podría haber sido mayor, de unos 15.000 millones de euros, de no ser por la espectacular recuperación del 5% que están registrando hoy.

Por otro lado, según el Instituto de empresa, el 60% del valor creado en el Ibex 35 durante el cuatrienio 2003-07 se ha perdido en las tres primeras semanas de 2008.

Por otro lado, la tasa de ahorro de los hogares es ahora más baja que en crisis anteriores. Actualmente se encuentra en el 9,9% de la renta disponible frente al 12% en el año 2002.

Ventajas de la crisis: vacaciones, viviendas y gasolina más barata

Pero no hay mal que por bien no venga. Otra serie de gastos que hemos visto crecer en los últimos meses de forma desmesurada se calmarán y se moderarán. Es el caso de la gasolina y sus derivados, que ya han comenzado a bajar y que deberían hacerlo aún más si la cosa se pone fea. También beneficiará a los hipotecados, ya que lo normal, por mucho que se oponga el presidente del Bce, Jean Claude Trichet es que bajen los tipos de interés, lo que hará que baje el Euribor y se abaraten las hipotecas.

A su vez, lo normal es que la inflación se relaje aunque últimamente esta situación se ha convertido en un arma de doble filo en economía como la estadounidense, donde ha comenzado a asomar el fenómeno de la estanflación, que se produce cuando convive el estancamiento económico y un ipc desbordado.

Las crisis tienen muchos aspectos positivos para la economía familiar. Ir de turismo también será más barato ya que un estancamiento económico provoca un retraimiento de la demanda de estos servicios, con lo que crece la oferta y baja la demanda. Es decir que la próxima Semana Santa y verano si la economía empeora serán los propietarios de apartamentos los que le persigan usted para que le alquile quince días o un mes.

También la vivienda se sigue beneficiando y lo hará aún más si el panorama económico se sigue deteriorando. Cada vez son más los carteles de se vende que se encuentran en las calles, lo que permite al comprador un mayor margen a la hora de negociar una rebaja.

En el plano del ahorro, si se recrudece la crisis económica y crediticia los bancos podrían acudir a los pequeños inversores en busca de fondos a través de imposiciones a plazo, depósitos y remunerando las cuentas. Según los expertos, aunque por el momento es difícil que se desate una guerra del pasivo con altas remuneración ya que el precio del dinero está en el 4% y con tendencia a la baja, en los próximos meses aquellos clientes más avispados y activos podrán negociar en ventanilla condiciones muy ventajosas. Otra vía muy rentable será el zapping bancario aprovechando los depósitos-gancho a un més que están lanzado muchas entidades para atraer a nuevos clientes.

Los restaurantes y locales de ocio también se ponen las pilas con la recesión y empiezan a adaptar sus cartas a la nueva situación. Muchos de estos locales empiezan a lanzar menús y ofertas especiales para atraer clientes al comprobar que las alegrías de los últimos meses está dejando paso a un bajón de los clientes.

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